Son tiempos duros. Reparto mi tiempo entre mi nuevo trabajo y el proyecto a cada vez más largo plazo de acabar de escribir lo que en principio iba a ser un conjunto de apuntes sobre Diseño de Iluminación, y que ahora parece no tener fin. Hay tanto sobre lo que escribir que es difícil saber dónde poner los límites.
Echo de menos el feedback de los alumnos, el comprobar si lo que dices hace que te miren con el ceño arrugado, o con cara de fascinación. Casi todo lo que sé lo he aprendido enseñando, y
aunque la cara de fascinación es muy halagadora, tengo claro que el ceño arrugado es el reto que te obliga a mejorar.
Por eso vuelvo al blog, y aunque no puedo colgar el libro entero, entre otras cosas porque no está acabado, voy a empezar a colgar fragmentos. Como un folletín por entregas. No veré las caras, pero es posible que alguien se anime a comentar o a aportar ideas. Todas son bienvenidas.
Para empezar, el índice:
Por cierto, aún no tengo título.
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