miércoles, 14 de abril de 2010

Sobre el pensamiento visual. Lucas Krech.

He encontrado un blog de un iluminador americano muy interesante. He traducido la última entrada, sobre el pensamiento visual, pero hay muchas otras que os recomiendo leer, sobre todo relacionadas con el proceso de diseño.

Su página web es www.lucaskrech.com, y su blog lucaskrech.com/blog.


12 de Abril de 2010.

La mayor parte del pensamiento sucede, al menos en mi experiencia, a través del lenguaje. Utilizamos el lenguaje como medio principal para comunicar pensamientos, ideas y emociones a los demás. Nos enseñan muy temprano a leer y escribir. Con el desarrollo del correo electrónico, messenger, etc, nos hemos convertido en una cultura fuertemente orientada hacia la palabra.

Con todo este bombardeo verbal, es importante recordar que el pensamiento lingüístico es simplemente una modalidad de pensamiento. Como dijo el filósofo Martin Heidegger “lo que hablamos nunca es, en ninguna lengua, lo que decimos”. Lo que es dicho deja fuera lo que es visto. Y lo que es visto, habla.

El lenguaje visual es un medio de comunicación asombrosamente potente. Las agencias de publicidad lo saben. Y lo utilizan en gran medida. El lenguaje visual sufre las mismas limitaciones que el lenguaje hablado. El contexto es importante. Y con el contexto aparece la habilidad de leer entre líneas. Uno de mis temas favoritos relacionado con los contextos tiene que ver con la forma de vestir a los niños. En las culturas europeas y las derivadas de ellas, como la de los Estados Unidos, se asocia a los niños pequeños con el azul, mientras que a las niñas, con el rosa. En algunas zonas de la India (y me imagino que en otras partes del mundo también) es al contrario. En vez de considerar el rosa como femenino, lo consideran un diminutivo del rojo (un color muy masculino), y por tanto un color muy apropiado para los niños.

El pensamiento visual, igual que el verbal, necesita comprender el contexto cultural y el vocabulario visual más amplio de ese lenguaje visual contextual. El ejemplo anterior sobre el color es sólo un caso de diferencia cultural del lenguaje visual.

El significado de la sombra también está determinado culturalmente. En realidad, yo sostengo que los lenguajes visuales son tan únicos y diferenciados como los lenguajes verbales. Tal como la colección de fonemas que hacen que la palabra [fuhk] tenga un significado diferente si hablas inglés o vietnamita, el rojo o la sombra tienen un significado diferente dependiendo del lenguaje visual que hables.

Tal como hay semejanzas entre lo verbal y lo visual en cuanto al vocabulario, también las hay en términos de gramática y sintaxis. En vez de conceptos como sujeto/objeto o verbo/sustantivo (aunque también pueden aparecer), manejamos los de forma/fondo, o sombra/luz.

Aunque podríamos pasarnos todo el día trazando el mapa de las semejanzas entre el mundo visual y el verbal, debemos tener claro que los dos son inconfundibles. Hablar de ideas visuales puede ser una buena forma de empezar un proyecto. Puede servir para enmarcar un espectáculo antes de empezar con la técnica. Puede ser útil para idear la paleta de colores que utilizará el diseñador. Pero una vez que las luces empiezan a encenderse y apagarse y empezamos a grabar memorias, el pensamiento debe ser completamente visual. No ayudan nada los comentarios tipo “me pregunto si encender las calles altas deconstruirá la noción de teatralidad más que las calles rasantes”. O “mejor que mirar al escenario, me voy a tomar un momento para pensar si el azul del frame 6 de los scrollers es más o menos romántico que el azul del frame 7”. O lo que sea. Enciendes una luz, miras si está bien, y corriges lo necesario. El pensamiento debe estar en el nivel visual/emocional más que en el verbal/racional, o todo el esfuerzo será en vano.

Hace poco un operador de mesa me pidió que no apagara mi micro cuando hablaba con mi asistente porque querían saber cómo era mi proceso de pensamiento. Esa reacción me desconcertó completamente, ya que el proceso de pensamiento no consiste en hablar, sino en mirar y luego encender, apagar, subir o bajar las luces. “canal 35 al 20%” es un pensamiento. Una idea. Una hipótesis.

Escribo este blog porque disfruto escribiendo. No lo hago pensando que escribir sobre la luz y mover la luz a través del espacio/tiempo sea lo mismo. No lo es.

Cuando trabajaba como operador de mesa, incluso cuando no me gustaba el trabajo del diseñador, me quedaba absorto observando cada uno de los cambios de nivel y tratando de descifrar por qué hacía ese cambio y no otro. Me divertía mirar a través de sus ojos y tratar de adivinar qué haría a continuación. Cuando estaba realmente atento conseguía ponerme en el lugar del diseñador casi como si estuviera iluminando yo el espectáculo. Eso es pensamiento visual.

Sin pensamiento visual, si no apartamos las palabras y permitimos que la mente se focalice completamente en lo que ve ante sí, la creación de un arte visual es imposible. Para mejorar mi pensamiento visual he vuelto a dibujar recientemente. Al dibujar, las palabras no sólo no ayudan, sino que hacen daño. Se debe apagar la parte verbal del cerebro y sólo mirar y ver. Si la línea es correcta pasa a la siguiente. Si no lo es, corrígela. La respuesta acertada está en el ojo de tu mente.

Puede ser muy difícil liberar una mente orientada hacia el lenguaje verbal y conseguir que piense visualmente. No fue fácil para mí. Realmente me costó mucho trabajo. Las palabras son seductoras. Es fácil quedarse atrapado en una floritura retórica y no darse cuenta que enmascara una mentira. El lenguaje visual puede mentir también. Pero algo sobre lo que no puede mentir es si está bien o no.

Cierra este blog, coge un lápiz y empieza a observar. Expandirás tu vocabulario y mejorarás tu gramática al mismo tiempo. Y no olvides divertirte.

Lucas Krech.